La fonoteca

Existe una tendencia demasiado generalizada a relacionar con las fonotecas un solo tipo de material, el musical, lo que implica una cortedad de miras indigna de perdón, máxime en un país como el nuestro tan fecundo no sólo en música sino también en historia, literatura, folklore, dialectos, ciencia, arte, filosofía, etc. ¿No ha formado parte todo ello de un entorno sonoro? ¿No son aquellas manifestaciones efímeras y olvidables? ¿Acaso los libros son capaces de transmitírnoslo todo? La respuesta es obvia, el material impreso es indispensable como transmisor de la historia, la vida cultural, el ambiente y las costumbres de nuestros antepasados, pero afortunadamente hoy contamos con un complemento insustituible, el fonograma, cuyo perfeccionamiento a lo largo de más de un siglo de evolución, nos ofrece actualmente unas posibilidades, que ninguna institución cultural que se precie debería desaprovechar. No sin razón Abraham Moles considera a bibliotecas, filmotecas y fonotecas como "las grandes instituciones de la memoria del mundo".