José Luis Castillo-Puche

En una conferencia acerca de su vida y de su obra, José Luis Castillo-Puche declara que los temas dominantes de su novelística son: la niñez en el pueblo natal, Yecla, que en las novelas toma el nombre de Hécula; los años, de juventud pasados en el seminario, y la guerra civil. Yecla es un motivo permanente, obsesionante, en la biografía del escritor y en la génesis y desarrollo de su obra narrativa. Pueblo tremendo, al que visitantes ilustres, Azorín, Baraja, han dedicado los más duros calificativos. Azorín había estudiado de niño en el Colegio de los Escolapios de Yecla. Muchos años después recordaba el terror que le producían los desplazamientos de Monóvar a Yecla, a comienzos de curso. Yecla le parece una caverna lóbrega, una ciudad hórrida. Baraja, que le da el nombre de Yécora, no ahorra denuestos, dirigidos tanto a la ciudad, «lugarón de la Mancha», como a sus gentes y al ambiente, «hostil a todo lo que sea expansión, elevación de espíritu, simpatía humana». Azorín, acaso sin proponérselo, le da a Yecla categoría
de símbolo: «El porvenir de Yecla (dice en "La voluntad") es el porvenir de España.» Yecla no es más que un punto de referencia de la visión pesimista que de España tenían los hombres del 98.